Entre tantos poemas para las mujeres, este es uno de partida y desamor. Dedicados a aquella mujer que nos dejó con el corazón en la mano y sin dejarnos decir una palabra.
Te vas, como si mi corazón no te esperara.
Te vas, y no dices adiós, no te despides.
Te vas y no recuerdas nunca lo pasado.
Te vas, sin recordar tampoco aquello amado.
Te vas, no debes nada a nadie, ni a tus sombras.
Te vas, y no esperas que nadie te recoja.
Te vas, ya nada te detiene en este entuerto.
Te vas, dejas solo a este muerto entre los muertos.
Ver también: Te amo mi vida