El amor no entiende de títulos,
el saber no sabe de honores,
la sonrisa adorna su cara,
el dar todo ayuda a sus dotes.
Aprender, aprendo de todos,
no me muestres laureles ni nada,
sé tu y entenderé tu idioma,
la frescura rellena mi alma.
Escuchando a niños y a viejos,
cortas las historias, también de las largas,
escuchando a seres complejos,
como todos los que tienen alma.