FELICIDAD


Y ese día tan normal,
largo todo sin pensar,
comenzó a no esperar,
y solo vivir el pasar.

El presente lo golpeo,
el futuro hizo olvidar,
el pasado lo olvido,
y el sueño empezó a rodar.

Vivía en este momento,
no quería reemplazarlo,
disfrutaba por completo,
sonreía sin dudarlo.

Amaba lo que vivía,
escribía y se reía,
no esperaba, ni pedía,
todo, todo lo sentía.

Empezaba a erizarse,
a sentir que no era nadie,
al mismo tiempo era todos,
era una cuestión del arte.

Y así siguió con su vida,
sin espejos, sin mentiras,
no miraba el calendario,
solo estaba en ese día.

Felicidad le decían,
vivir el momento justo,
ni detrás ni por delante,
agradeciendo a la vida,
sin pedirle nada a nadie.

José Moyano